Estos faroles son realizados completamente a mano por artesanos en nuestro taller de cobre en Madrid.
Es el paso del tiempo sobre el cobre lo que hace de estos faroles objetos vivos.
El cobre exterior de estos faroles permanece en su estado natural, permitiendo la aparición de las patinas propias del cobre que varían de color e intensidad en función del lugar donde son situados.
La patina natural protege el cobre de la oxidación y fortalece las cualidades de este noble material
Para mantener el color y reflejo del cobre en su estado original, el interior de estos faroles es pulido y protegido.